Asistentes (aparte de los otros 2 o 3000 tíos): Jesús y Antuán.
Pues aquí presento la crónica de un concierto que llevaba LUSTROS esperando. ROBERT PLANT. Con mayúsculas.
De hecho se hizo más emotivo y memorable porque fue con viaje relámpago a Murcia:
Pues… ¿qué queréis que os diga?… que lo volvería a hacer. Qué conciertazo. La verdad es que después de tantos años esperando que viniera solo o acompañado (la última vez que vino a cantar a España fue en el 1995), tantos años escuchando, absorbiendo cada nota, cada estrofa de los Led Zeppelin, pues a poco que hiciera ya nos hubiera tenido entregados a la causa. También es cierto que mi concierto ideal hubiera sido de 3~4 horas con treinta y tantas canciones (tengo varios DVD’s, el cofre con TODO lo que hicieron en estudio, más varios conciertos en CD)…
Con este arranque, trataré de ser lo más objetivo posible:
- El escenario estaba montado de manera bastante humilde, con unos cuantos trastos y lámparas moras, pero sin pretensiones. Extraño, pero chulo.
- Puntualidad: al llegar a las 22:05 mi colega y yo vimos que acababan de terminar unos teloneros (que, evidentemente, no vimos ni escuchamos)… y presagiamos que iba a empezar tarde. Qué va. El concierto se retrasó nada más que 4 minutos (22:34). Muy bien. Bueno, no tanto: no había calimocho ;)
- Cantó algún tema suyo autóctono, y casi todo lo demás (hasta una hora y media largas) de Led Zeppelin: algunas jugando al escondite (a ver si acertáis cuál es ésta), y otras, como el impresionante Whole Lotta Love que se marcó, con muchisísisisismo amor ;). Diossss, qué grande.
- Sonido: Im-presionante… y mira que eran unos cuantos, tocando un montón de trastos, y salvo un acople o dos, lo demás sonó de pelotas. Con sus distintas ambientaciones, sus distintos sonidos para las guitarras… en fin, espectacular.
- Y la actitud de Mr. Robert, pues fenomenal. Mi colega y yo nos esperábamos un divo. Y lo puede ser: lleva 40 años en la música, ha llenado multitud de estadios y ha sido miembro y líder de Led Zeppelín. Es decir: una de las bandas que más gente congregaba en su momento, y que de las más influyente de todos los tiempos (como diría cualquier hooligan).
Pues no. Podía creerse el puto amo, pero el domingo 29 de Julio no lo fue. A cada canción decía “¿bastante?” o “¿una más?”, en ESPAÑOL (sólo le faltó decir “una de sepia” o “una cerveza fría”). Muy cercano y con un saber estar que para sí quisieran muchos. Y que eran Los Alcázares, que, con todo el respeto del mundo, pues es un pueblecito de la costa murciana. Creo que puede haber cientos de pueblos más grandes, y ciudades… y tocó allí. Y se portó como un auténtico señor.
Y allí estuvimos. Tanto mi colega como yo lo ponemos casi al mismo nivel que el concierto que nos regaló Mr. Eric Clapton aquel jueves 21 de febrero de 2001 en el Palacio de Deportes de Madrid. Vamos, ahora mismo, los dos mejores conciertos a los que hemos asistido (que han sido unos cuantos, os lo puedo asegurar).
Pues eso, otra chapa que os he soltado :)
El reportero más dicharachero de Barrio Sésamo.
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